¿POR QUÉ HAY COSAS QUE IMPORTAN MÁS QUE OTRAS?🤷
Unos millonarios han muerto en un submarino al intentar visitar los restos del Titanic.
Una desgracia.
Lo que podría quedarse en un triste suceso ha derivado en (una vez más) un debate sobre la guerra de clases.
¿El problema?
Tras perderse el contacto con el submarino que había llevado a 4 personas, que pagaron 250.000 dólares por ver los restos del Titanic, se movilizaron los equipos de rescate de varios estados, que aportar sus barcos de rescate, naves y submarinos de búsqueda especializados.
Por supuesto, no tardaron en aparecer las comparaciones.
Las pateras con inmigrantes que tratan de cruzar al “primer mundo” con frecuencia en distintos puntos del planeta fueron la contrapartida.
Muchas de esas pateras se hunden y, por desgracia, se pierden también muchas vidas humanas.
La comparación era clara.
Millonarios más importantes que pobres.
Una manera simplista de resumir el tema.
Es una conversación que se repite una y otra vez cuando ocurren cosas así.
Se quema la Catedral de Notredame y todo el mundo se pone en Facebook su correspondiente banderita de Francia para mostrar su duelo.
Salen otros tantos diciendo que nadie se acordó de cuando los Yihadistas destruyeron el Templo de Baal en Palmira (Siria), con más de 1.900 años de antigüedad.
Hay un accidente de tren en Galicia donde mueren unas decenas de personas y es primera plana en los telediarios, otros señalan que en India hubo recientemente otro donde murieron centenares y se comentó de pasada.
Y así hasta el infinito.
Comparaciones entre lo que cobran futbolistas y médicos.
Comparaciones entre la vida del Rey y la de un mileurista.
Bueno, ya sabes.
El debate es recurrente una y otra vez.
Y la conclusión es que todos tienen razón y no a la vez.
Lo que convierte a un evento en algo relevante o no proviene de dos variables.
El status: si las personas o entes involucrados en el evento tiene relevancia o no por su dinero, rol, historia, trayectoria o reconocimiento público.
La distancia: a cuanta distancia física o intelectual esté de nosotros.
Y esas dos variables cambian absolutamente dependiendo de cada persona.
Lo que para mí es una persona con un status alto para otra persona puede ser un completo desconocido.
O lo que para mí es un evento que me toca de cerca para otra persona puede sentirlo a millones de años luz de distancia.
Si eres un enamorado de los comics de Marvel, la muerte de Stan Lee pudo poner ese evento en primera plana de tu nivel de importancia, y para otro sería la muerte de un señor que hacía dibujitos.
Si tienes familia en Turquía, los terremotos que se llevaron por delante centenares de vidas allí a principios de 2023 te tendrían en vilo días y para otros quizás fue una preocupación porque tenían unas vacaciones ya pagadas para ir a Estambul.
Por eso, cada vez que se inicia el debate con cualquiera de estos eventos, siento que es una calle sin salida porque es querer unir bajo un mismo punto de vista a todas las opiniones del planeta.
Por ejemplo, te pongo algunos eventos ocurridos en estos años atrás bajo mi perspectiva y, seguramente, no estarás de acuerdo en el grado de importancia que les pongo porque tu percepción de status y distancia será distinta de la mía.
Para los estados y equipos de rescate que mandaron todos sus recursos para tratar de rescatar a esas personas del submarino su nivel de status y cercanía era máximo.
Por lo tanto, los recursos dirigidos a intentar salvarlos también fueron máximos, acorde al grado de importancia que percibieron.
Si hubiera ocurrido un evento parecido en otro lugar del planeta, probablemente estos mismos estados y equipos de rescate no hubieran aportado los mismos recursos, no por insolidarios, si no porque en su grado de importancia, según status y distancia, no sería una alerta máxima.
La próxima vez que ocurra un evento de cualquier tipo y te indignes por la gran o poca repercusión que tiene, plantéate antes si lo que ocurre es que no entra en tus estándares de importancia bajo estas dos variables.
