😕 Ser LIBRE es INCÓMODO.

Como te decía, el sueño de mucha gente que me rodea es darle la patada a esas autoridades que les hacen sentir esclavizados y por fin sentirse libres.

Fuera jefes, impuestos, trabajo, parejas tóxicas o familiar de turno.

Ser libre es mucho más que hacerse dos fotos en una playa en las Bahamas.

Ser libre es coger las riendas de tu vida y, bajo tu entera responsabilidad, dirigirla a un destino mejor que el que te estaba marcando la autoridad que regía tu vida.

Y esto no es fácil.

Como te he dicho antes, llevas toda la vida siendo dirigido por distintas autoridades. Aprender a conducir tu vida sin el piloto automático de una autoridad superior no es algo que se aprenda del día a la mañana ni algo que pueda asumir todo el mundo.

Por ejemplo, ¿Te ves capaz de generar tus propias fuentes de ingresos una vez que le des la patada a tu jefe? La autoridad te ha acostumbrado a que, si vas a un sitio y haces lo que él te diga, a final de mes tienes un ingreso a cambio, ¿Te han enseñado a ganarte la vida de otra manera?

Hay quien ve en Bitcoin una salida al sistema bancario actual, y me parece un planteamiento con sentido, pero ¿Te ves capaz de tener la responsabilidad del control de la seguridad de todas tus finanzas sin las garantías bancarias y de claves de seguridad que te da un banco y que tendrías que gestionar tu mismo, sabiendo que, si tienes cualquier problema, el único responsable eres tú?

Imagina que vas en una avioneta junto a un instructor de vuelo y, de pronto, a este le da un aire, se desmaya y tienes que llevar tú solo el aparato a tierra.

¿Acojona no? Pues más o menos eso es lo que vas a sentir cuando cumplas tu sueño húmedo de ser libre.

¿Serías capaz de controlar el miedo? Probablemente no, porque a nadie que haya vivido bajo el contexto de un control autoritario le han enseñado (entre otras cosas, porque no les interesa) otra manera de vivir.

Con todo esto intento decirte que la libertad absoluta conlleva mucha más responsabilidad personal que la vida bajo una autoridad.

¿Te ves capaz de asumir esa responsabilidad y sentirte libre o prefieres vivir bajo el dictamen de otro, pero más cómodo?

Vas con la correa puesta, empujando a tu “dueño” y con tus sueños de quitártela algún día, pero, quizás, si llega el día que consigas quitártela, pidas que vuelvan a ponértela de nuevo.

¿Vivir con correa o sin correa?